Los residuos peligrosos o de gran volumen generados en casa o en la
oficina no deben depositarse en los contenedores de la calle y mucho
menos en vertederos incontrolados.
Para ello, las instituciones públicas ofrecen unas instalaciones
cercanas a las ciudades conocidas como Puntos Limpios. Si entras en la
web de tu ayuntamiento, puedes informarte de su localización. Muchos
ayuntamientos ofrecen un servicio de recogida municipal de enseres,
restos de poda y residuos voluminosos. Puedes preguntar en tu
ayuntamiento los días que la realizan.
La utilización de este servicio es gratuita, pero los propios
consumidores tienen que encargarse del transporte. El esfuerzo merece la
pena si se tienen en cuenta los peligros de estos residuos y la labor
de conservación ambiental que se realiza.
Por un lado, desechos como aceites o pesticidas son especialmente
nocivos para el agua. Los aparatos electrónicos, pilas, y otros de
origen petroquímico como disolventes, pinturas, pegamentos, etc.,
contienen metales pesados tóxicos como plomo, mercurio y otros
compuestos que pueden contaminar el medio o afectar a la salud humana.
En los Puntos Limpios, los residuos se encuentran controlados en
lugares preparados para su almacenamiento sin riesgo ambiental o de
salud. Posteriormente, son retirados para reutilización, reciclado,
valorización o eliminación de forma segura.
El aprovechamiento de algunos desechos es muy diverso:
- Aceites: Con los aceites de cocina se pueden hacer jabones, velas, pinturas, piensos y lubricantes.
- Pilas: De las de botón se aprovecha el mercurio, mientras que de las normales se pueden recuperar el sulfato de zinc y las sales de manganeso.
- Lámparas fluorescentes: De ellas se aprovecha el vidrio y el mercurio.
- Escombros: Van a vertederos de residuos inertes.
- Poda y jardinería: Van a plantas de compostaje.
- Chatarras, textiles y maderas: Van a plantas de reciclado y finalmente algunos pueden ir a vertederos controlados.
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